Anecdótico

  • Esperando

    ¿Cuatro semanas, cinco? Hablamos de la noche del concierto, eso está claro, la única en que se confiaron. La sitúa en el calendario. Casi cinco semanas. Cinco semanas: de uno a dos milímetros. Órganos vitales...
  • (No) son horas

    A las cinco menos cuarto viene Manu, suelta una carpeta sobre mi mesa, gira la silla para sentarse al revés como quien cabalga, y me dice: Lo he pensado mejor y quiero que te ocupes tú. Se lo iba a encargar a...
  • Tu casa

    En aquellos días, al llegar a casa, siempre esperaba encontrar la puerta reventada. Subía en el ascensor buscando las llaves en el bolso y escuchando con irritación las palabras de algún vecino que subía también:
  • Franco, culo blanco

    En casa, mi padre se emocionaba cuando escuchaba La Marsellesa y se descojonaba recordando la muerte de Franco. Especialmente graciosa le parecía la expresión "el equipo médico habitual" a la que...
  • Playa o cenicero

    El tipo está sentado sobre la toalla frente a la orilla del mar. Lleva un rato apurando el cigarrillo con esa mueca tan característica: los dedos en pinza, achinando los ojos. Lo miro porque me temo que lo va a hacer.
  • El tatuaje

    Me esperaban en la puerta de mi casa, con abrigo y gorro de lana. Están los días como para despistarse. Mi amiga es más previsora que yo. Servidor, en cambio, bajaba demasiado fresco. Serían las ganas. O la confusión.
  • Tortilleras y tomates

    Puedo caminar por allí con los ojos cerrados y no perderme, pero, en el fondo, no sé dónde estoy. La iglesia es ahora de otro color. Mi colegio, más alto. La tienda de gominolas de Moni está cerrada y han borrado todas las pintadas...
  • Mi Toisón de oro

    “Yo vine a un mundo en el que ya no estaba Franco. Nací el 24 de noviembre de 1975. Fue mi padre quien me dio la noticia: “Gabriela, tú naciste el mismo año en que murió Francisco Franco”. ¿De qué demonios hablaba mi papá?
  • Se te ha caído

    Ocurrió hace unos meses. Yo creía que este tipo de comportamientos habían quedado sepultados en la Sima de los Huesos de Atapuerca. Pero al parecer todavía hay algunos homínidos que los mantienen...
  • Mi Violación

    Un tío al que acababa de conocer me violó en su casa. Era un piso en la Ronda de Atocha de Madrid. No recuerdo el número de la calle. El edificio, más o menos: podría ser ese o el de al lado, no he llegado a distinguirlo cuando he pasado después por allí.